lunes, 4 de agosto de 2008


Innumerables emociones, pensamientos y situaciones voy experimentando a medida que pasa el tiempo, tiempo que a veces transcurre lentamente, como si quisiera hacer todo más intenso, nefasto o maravilloso, y extrañamente en otras pareciera que éste se hace efímero, y de un momento a otro todo está acabado. Ocacionalmente creo que este tiempo toma vida propia... hace y deshace con la mía. Luego de diesiete años ya trascurridos, evidentemente ha desaparecido casi por completo lo que fui al comienzo, mas creo que subsiste una señal de este pasado y es un mínimo rastro de la inocencia que todos siendo niños tenemos como esencia, y aún siendo ésta tan cautivante para mi, ha sido ella misma la que me ha llevado a vivir situaciones basadas en engaños, que hacen pensarme estúpida y que me han hecho sentir sentimientos infortunados e indeseables. Si, ¡cómo me desagrada contener rabia en mis adentros! Es tan funesto querer expresar y desahogar esa emoción sin lograrlo, queda en un vano intento, transformándose en impotencia, adhiriéndose a mi angustia. Es ahi, cuando me siento miserable y se nubla todo, y pienso, que es lo que sucede, en que momento ocurrió, ¿cuándo fue que desapareció toda la paz para volverse todo fastidioso? He tenido motivos suficientes para sentir aquello, y ¡realmente lo son!.. mas por ser pasados no vale la pena recordarlos.. se encuentran ya sepultados, y espero jamás sean desterrados.. Sentí a la oscuridad rodeándome a cada instante, en cada espacio, pero para que exista la penumbra debe existir luminosidad, pensé ya muchas veces. Es aquí dónde la historia da un vuelco. Luego de sentirme cegada, abro los ojos para ver luciérnagas, o algo similar, ¡pero brillan!, con una luz tan intensa que sobrepása a tanta oscuridad. En ese momento es cuando me doy cuenta de que jamas he sido miserable, que siempre hay una voz interna que me hace reaccionar y ver lo que porfíamente no he querido notar, y entiendo que si he sobrepasado tantos obstáculos, no es momento de dejarme vencer... Otro sentimiento nuevo, el llamado orgullo que se hace presente al verme avanzar con esfuerzo por conseguir logros. No puedo dejar fuera al amor, tan renombrado ya.. Es tan inefable sentirlo, es tan hermoso cuando este amor es mutuo. Pensar que tiempo atrás esos seres amados ahora existentes, eran unos simples desconocidos sin mayor importancia. ¡Que iba a imaginar yo que en algún momento llegarían a ser parte de lo que he construído paso a paso, de lo que he aceptado para mi vida, para mi felicidad!, felicidad que nace en mis adentros para ser mostrada al exterior y compartida con quiénes comprendan mi existir, mi sentir, mi pensar.. mi soñar.



Daniela Valencia R.
Corrección: Alehandro Leiva.